No
hace falta indagar profundamente para lograr determinar el verdadero causante
de la miseria que azota a la humanidad, lógicamente es sin duda el sistema
Capitalista representado en: crisis, guerras, corrupción, explotación,
desigualdad, polución, basura, pobreza, discriminación, violencia, entre otros,
que son factores principales de la desgracia que inunda estos tiempos, que
amenaza con la muerte de miles de especies incluyendo a los seres humanos.
Muchos sabiendo esto se preguntan, ¿por qué el planeta sigue rigiéndose bajo
dicho dominio?, ¿cómo combatirlo?.
Tristemente
la respuesta acertada para dichas preguntas es: no se puede combatir con algo
que no se asume como existente, es decir, las masas no consideran al
capitalismo como el destructor del planeta, ni como el causante de todo tipo de
desdicha que envuelve a la humanidad, y más aun como su principal enemigo,
debido a que el mismo capitalismo a través de sus maquinas imperiales de opresión
mediática, conjuntamente con la transculturización, mantienen envuelta a la
humanidad en una desidia absoluta, el lucro es considerado más importante que
el oxigeno para los seres vivos y la respiración celular, nos adoctrinan para
sobrevivir en una sociedad netamente consumista, en donde el que más tiene
tendrá una mejor calidad de vida, en muchos casos envueltos en lujos y poder
adquirido a través de la explotación de los unos sobre los otros.
Desde
los inicios de la raza humana está comprobado que no existía ningún tipo de
dominación de alguna clase sobre la otra, pues no existían las clases, todos
vivían de la caza, pesca y la recolección en colectivo, la producción y
distribución de los productos eran de forma igualitaria y justa, una sociedad
basada completamente en la cooperación, de ningún modo predominaba la propiedad
privada ni la explotación. Totalmente lo contrario en comparación a lo que se
enfrenta la sociedad hoy en día, una sociedad de corporaciones, una sociedad de
compra y venta, donde el agua proveniente de la naturaleza, y que necesitamos
para la subsistencia, se adquiere en el mercado, también los grandes
empresarios se benefician de la fuerza del trabajo de los menos poseedores. Hay
que entender que en el capitalismo no puede existir la plenitud real y absoluta
para todos, solo aquellos seres con dinero pueden sentirla y el pobre seguirá
buscándola.
El
sistema nos convierte en humanos dependientes de lo material, inoculándonos un
sistema codicioso basado en la supervivencia del más “fuerte” (el que tiene más
recursos) sobre el más débil (el pobre), llegando a actuar más por sentido
ilógico que por el razonable, donde el asesinar animales es una “cultura”; sin
duda vamos directamente hacia nuestra barbarie, hacia la extinción de la vida planetaria.
En
la actualidad el mundo cuenta con más de 7.200 millones de habitantes, en el
cual solo el 0,10 % que equivale a 6.000 ó 7.000 personas son los que controlan
toda la producción y distribución de los recursos, se caracterizan por ser los
grandes dueños de las corporaciones y las trasnacionales (los capitalistas). Es
absurdo que una minoría domine a la gran mayoría, pero así funciona la
sociedad, todo el poder represor y mediático es el causante de dicho dominio,
es preferible mantener a las masas distraídas, idiotizadas y manipuladas, para
así ejercerles una especie de control y evitar cualquier tipo de revolución a
gran escala.
La
llamada “moda”, la farándula, el mal uso de las tecnologías, los nuevos géneros
musicales, las novelas, el internet, la series televisivas, las fábricas de
películas, el comercio deportivo, hasta el fanatismo religioso son los
principales instrumentos distractores utilizados por el imperialismo, que
afectan directamente a las mentes de las personas. En tal sentido, se le presta
más atención a simplezas que a los verdaderos problemas que afectan al mundo, y
más aún cuando esos problemas niegan o no estiman la lucha de clases en la cual
se ha basado la historia de la sociedad humana. Sin darnos cuenta el sistema
nos oprime y manipula a tal sentido en que llegamos apoyar a las elites en vez
que a nuestra propia clase (trabajadora), ya que nos han sectorizado y en
muchos casos le han hecho creer a un grupo de personas que son pertenecientes a
otra clase social “superior” que los pobres (clase media), por el hecho de
poseer un poco más de bienes y recursos, pero al final los mismos son frutos de
su esfuerzo y trabajo, al contrario de la clase dominante (los burgueses), que
sus bienes se originan a través de la explotación y del esfuerzo del
trabajador.
Para
el 2013, el libro electrónico más leído fue “Mi Lucha” de Adolf Hitler, esto es
muy preocupante, ¿acaso las masas se están adoctrinado para ser fascistas?, o
¿al capitalismo le convendrá una humanidad fascista?, Si la sociedad sigue así
sin duda llegaremos al canibalismo y al exterminio, es importante y fundamental
cambiar el rumbo de la historia, fijarnos definitivamente hacia el socialismo,
ya que es el único sistema que garantiza la perduración de la vida planetaria,
y es por ello que el imperialismo (fase superior de capitalismo) intenta
desaparecer cualquier iniciativa revolucionaria que exista en el mundo
implementando asesinatos, genocidios, magnicidios y represiones, aparte son
capaces de invadir países por petróleo y sus derivados, son como las langostas,
saltando de país en país acabándoles sus recursos naturales.
Hasta
que no exista una revolución social pura, simplemente las masas no comprenderán
el sistema socialista, por eso es muy importante la conformación de una
vanguardia revolucionaria capaz de guiar al pueblo hasta la consagración del
socialismo. Urge un cambio de sistema, es el momento de derrocar a esa vieja
clase destructora y opresora para instaurar definitivamente la dictadura del
proletariado, que no es más que una real democracia, no aquella supuesta
democracia administrada por los burgueses y explotadores, sino una forjada por
las propias manos de los obreros.
Es
importante una revolución proletaria, para que las próximas generaciones se
rijan totalmente bajo el socialismo o su fase superior (el comunismo), de lo
contrario, se estará destinado como en la actualidad a vivir las desgracias de
un sistema depredador causante de toda desgracia que azota al planeta, por eso
es importante la unión entre las masas como decía Marx: “proletarios de todo
los países uníos”, y hacemos la revolución o simplemente seremos testigos de la
total destrucción.
Es
importante el papel de los partidos de masas verdaderamente revolucionarios, ya
que son los únicos que velan los verdaderos intereses del proletario, es
fundamental una conciencia clara en la vanguardia sin caer en el reformismo, la
lucha es clara y precisa, el enemigo es muy poderoso, pero no invencible, ellos
con todo su poder persuasivo y mediático nos hacen creer que el socialismo
fracasó, pero realmente nos ocultan que vivimos en un sistema fracasado, que
sólo se sostiene por todo el poder que este mantiene.
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